domingo, 25 de enero de 2009

Spiderman Blue, de Jef Loeb y Tim Sale

Spiderman: Blue


Título Original: Spiderman: Blue
Autor / Guionista: Jeph Loeb
Dibujantes / Ilustradores: Tim Sale
Coloreador: Steve Buccellato
Entintador: Tim Sale
Colección: Spiderman, Marvel Knights
Año de edición original: 2002
Editorial original: Marvel Comics
Editorial en español: Planeta DeAgostini
Año de edición en español: 2003
Formato: Tapa dura
Tintado: Color
Tipo de Serie: Limitada
Crossover: No




160 páginas y 15 euros. Ya cuando era un crío entendí que el cómic era un vicio caro y no hay como pasearse por los kioskos, las librerías o las tiendas especializadas para darse cuenta de que a día de hoy lo sigue siendo. En una semana donde lo más comentado aparte de cómo va la selección en la eurocopa es la crisis económica, lo mal que está la vivienda incluso para los constructores y la huelga de transportistas que se ha gestado porque a mi humilde bolsillo le cuesta ya setenta y siete euros llenar el depósito de mi vehículo, en esa semana, mientras buscaba el tomo número cuatro de "El Asombroso Spiderman, por Stracynski", mi buen amigo David Mateo me planta en los morros ese tomo azul llamado "Spiderman: Blue" y me dice algo así como que "De hoy no pasa. Tienes que pillártelo".

Así es, llevaba tiempo pinchándome con el tomito azul de marras, que si era una joya en guión y dibujo y cosas así. Para ser sincero, no es que dudara del juicio de un enamorado del lanzaredes, de aquél que todo-lo-tiene sobre mi superhéroe favorito, pero cuando vi el grosor (escaso) y hojeé vagamente su contenido no acabó de convencerme si el precio y lo que me iba a contar iba a merecer la pena. ¿Por qué? Porque sí. Porque he pasado muchísimos años sin comprar cómics de ningún tipo, y de un año a esta parte estoy intentando rellenar poco a poco mis lagunas acerca de las distintas etapas y aventuras del trepamuros. Lejos de querer adquirir todo lo que se ha publicado —uno es fan, o friki, pero no tanto—, intento seleccionar minuciosamente los tebeos que me vayan a contar algo que no sepa o no haya leído ya, y "Spiderman: Blue" no entraba dentro de esta premisa.

¿Qué es, entonces, "Spiderman: Blue"?
Pues, sinceramente, lo de "Blue" no sé muy bien a qué viene, salvo por el color de las tapas y de alguna que otra página interior. No es que le hayan cambiado el traje por enésima vez a nuestro amistoso vecino, ni tampoco es que le haya sorbido el seso un simbionte azul. Al parecer, se siguen las mismas premisas narrativas, en guión y grafismo que en un comic anteriormente publicado por Marvel llamado "Daredevil: Yellow". En realidad, "Spiderman: Blue" fue una miniserie de comics que se editaron en los USA (desconozco si en España también) que han sido recopilados en este tomo de tapa dura.

Respondiendo, ahora sí, a la pregunta de marras, "Spiderman: Blue" nos relata una etapa importantísima de la vida de Peter Parker, una historia ya contada treinta años atrás por Stan Lee y John Romira Sr., pero esta vez es el propio Peter quien nos narra su versión particular, a posteriori. Es día de San Valentin y el alter ego de Spiderman, aquel que está casado con Mary Jane Watson, empieza a grabar en una cassette de audio sus reflexiones, sus recuerdos y sus más íntimos sentimientos sobre el gran amor de su vida: Gwen Stacy. Sí, bueno, Gwen Stacy apenas duró un puñado de cómics, mientras que Mary Jane lleva la friolera de treinta años trayendo de cabeza al corazón de nuestro héroe. ¿Cómo va a ser Gwen el amor de la vida de Peter? Pues simple y llanamente porque murió en el momento adecuado y de la forma más cruel cuando a Peter parecía sonreirle por fin la suerte en los asuntos de Cupido. Aquel hecho impactó tanto a los aficionados, que el recuerdo de Gwen Stacy siempre ha sido un lastre para las demás mujeres que han osado interponerse en la vida de nuestro héroe. Gwen Stacy, la novia perfecta, el descanso del guerrero. Los aficionados del ayer, se convirtieron en los guionistas del mañana, y el "queremos que Gwen vuelva" de otros tantos que nunca serán guionistas no hizo más que manchar su recuerdo. La han resucitado, la han clonado, la han hecho desaparecer, la han hecho madre del hijo de su peor enemigo e incluso han llegado a prostituirla.
Bueno, venía a decir que en unos casos con mejor fortuna que otros, Gwen Stacy siempre ha estado en el recuerdo de Peter. Gwen ha sido la gran ausente, la más recordada. Es lo que tiene morir cuando se está en la cumbre y la costumbre humana de pensar que todo tiempo pasado fue mejor. Así que sí: el gran amor de Petey ha sido Gwen Stacy.

Pues bien, con este "Spiderman: Blue", la dignidad Gwen queda de nuevo restaurada y se hace un más que merecido homenaje a los cómics de Stan Lee, Romita padre y Steve Ditko, aunque éste último ya había abandonado la serie (con cierto cabreo, además) cuando se narraron las historias que en este volumen se rememoran. Lo del merecido homenaje va tanto por la historia en sí —que es la misma con apenas pequeñas licencias artísticas—, tratada con el mayor de los respetos y con un claro cariño hacia todos los personajes, como por los numerosos detalles gráficos que recuerdan a aquellas páginas de antaño: el diseño del traje, ciertas posturas, ciertos planos y ciertas viñetas, reinterpretadas en unos casos o prácticamente redibujadas en otros.



"Tu nombre era Gwen Stacy. El mío es Peter Parker.
Ésta es la historia de cómo nos enamoramos.
O, mejor dicho, cómo casi no nos enamoramos."




Oír al propio Peter Parker, perdón, leer al propio Peter Parker narrando pequeños retazos de aquella época, seleccionados y enlazados concienzudamente, puede ponerle la carne de gallina a más de un acérrimo del cabeza de red. No es un narrador externo, sino Peter Parker, el que lo vivió todo en primera persona, y no es a ti, lector, a quien van dirigidas sus palabras, sino a la propia Gwen Stacy, lo que lo hace todo mucho más emotivo.



"Sé que nunca oirás esto. Pero algún día... Puede que haya alguien que deba saber sobre ti, sobre nosotros"



El eje principal de la historia es Gwen Stacy, y Mary Jane el secundario por apenas media cabeza. Sin embargo, que todo gire en torno a estas dos bellezas con ganas de fiesta y de ligarse a Peter (¿alguien dijo que era desafortunado en amores?) no quiere decir que el señor Parker no se tenga que poner las mallas y vapulear y ser vapuleado por sus enemigos claśicos, el Duende Verde, el Rino, el Buitre, el Lagarto y compañía, porque si hay una máxima en los cómics de Spiderman desde siempre es que sus relaciones personales están directamente conectadas con sus relaciones profesionales. Así que mamporros y tíos conocidos con trajes extravagantes no faltan, aunque las batallas están convenientemente resumidas para que en 160 páginas se pueda contar todo y cada acto con la fluidez y la atención que merecen.

Cualquiera diría que cualquiera es capaz de guionizar una historia ya contada, ya pensada y ya masticada, que el trabajo de Jeph Loeb no ha sido más que coger de aquí y allá el trabajo de otros y hacer que Tim Sale lo redibuje. Nada más lejos de la realidad. Está demostrado en varios campos del arte narrativo que si importante es lo que se cuenta, más importante es cómo se cuenta. Y en eso último, en el cómo, los diálogos, las reflexiones de Peter, el ritmo narrativo, Jeph lo borda.

En cuanto al dibujo, al trabajo de Tim Sale, cualquiera diría que cualquiera podría hacer esos dibujos: el trazo a veces es irregular, las figuras, a veces desproporcionadas, a veces grotescas. Incluso podría parecer un dibujo apresurado. Si añadimos a esto que el color aplicado por Steve Buccellato son tintas planas, sin los degradados que suelen favorecer el volumen y la espectacularidad a la que nos han acostumbrado los cómics más elaborados de hoy día, diríase que gráficamente no es muy atractivo. Pero el grafismo es efectista, dinámico y, lo más importante, apropiado para la ocasión. Es como comparar una silla de madera y mimbre con otra de acero cromado y kevlar. Cada cual en su sitio. Y aunque si apelamos a lo antiguo y artesanal, me sigo quedando con el dibujo de Romita padre, también es cierto que Tim Sale tiene viñetas muy buenas y que las dos protagonistas, Mary Jane y Gwen Stacy, están más guapas que nunca.

Así que, en resumen, no me arrepiento de haber adquirido este "Spiderman: Blue", muy a pesar de mi bolsillo. Lo considero altamente recomendable para aquellos que conozcan la historia de antemano y la recuerden con cariño.


Víctor Martínez Martí

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